domingo, 29 de enero de 2012


5-OFICIOS.

A)GRECIA.

Entre los griegos circulaba la leyenda de que la humanidad había vivido en un principio sin necesidad de trabajar. Entonces los hombres eran pacíficos y carecían de enfermedades. Pero Prometeo robó el fuego de los dioses y como castigo éstos enviaron a Pandora, que, por curiosidad, abrió una caja, de donde salieron todos los males que a partir de entonces asolarían el mundo: la fatiga, la enfermedad y la muerte.

El trabajo físico era considerado como una calamidad, ya que separaba al hombre de la posibilidad de cultivar su espíritu y gozar de los sentidos. El poder vivir sin trabajar era un viejo ideal griego; de ahí el afán de tener esclavos que pudieran hacer esas tareas.

El ejercicio de funciones públicas y la prestación militar gozaban de consideración, pero, si uno se veía forzado a trabajar con las manos, debía ser al menos en la propia hacienda.

Las actividades lucrativas, como el comercio, tampoco estaban, en general, bien vistas. Los espartanos tenían prohibida toda participación en la artesanía y en el comercio. En Atenas, en cambio, el desarrollo de la artesanía y el comercio hizo que muchos ciudadanos se dedicarán a estas actividades. Pero siempre gozaba de mayor consideración el que tenía el sustento asegurado sin necesidad de trabajar.

En el campo, las tareas agrícolas eran realizadas generalmente por los esclavos, aunque también existían los ciudadanos libres pobres que tenían que trabajar ellos mismos sus tierras o las de otros.


Por otra parte, la ciudad era el marco natural de los artesanos y comerciantes. Muchos individuos de ambos sexos y de todas las edades, libres o esclavos, ciudadanos y extranjeros, se dedicaban a la realización de tareas específicas. Bajo la condición de asalariado, el hombre libre no podía mantener a la familia, de modo que todos los miembros de ella con capacidad de trabajar salían cada día a ganarse el sustento. Normalmente eran los padres quienes enseñaban su oficio a los hijos y, si no lo hacían, éstos se veían eximidos de mantener a sus padres cuando fueran viejos y no pudieran trabajar.

Uno de los trabajos más duros era el de los mineros, realizado frecuentemente por esclavos, que morían muy jóvenes. Las galerías eran angostas e irrespirables.

Gracias a que la arcilla era un material fácil de obtener, el florecimiento de la cerámica es fácil de explicar. Servía para fabricar todo tipo de recipientes, ordinarios o lujosos. En este trabajo destacaban dos figuras: el alfarero y el pintor.

También la artesanía del cuero contaba con un desarrollo considerable, lo mismo que la de los tejidos.

Las actividades comerciales implicaban en Atenas a un sector importante de la población. Lo que se fabricaba en los talleres se vendía allí mismo y en muchos casos se hacía de encargo, aunque también existía la figura del vendedor ambulante, de poca consideración social. Era éste el que tenía sus tiendas en el ágora. Y allí se instalaba cada día un sinfín de hombres y mujeres que vendían los productos frescos de sus huertas cercanas, los alimentos de caza o corral y otros alimentos de elaboración casera, como quesos y salchichas.

Los comerciantes más importantes, sin embargo, estaban en el Pireo, el gran puerto de Atenas, en donde grandes armadores realizaban un gran comercio de exportación e importación. Estos eran generalmente metecos, que podían tanto ser enormemente ricos como empobrecerse si por alguna desgracia perdía sus barcos.

En el puerto tenían sus mesas los cambistas de moneda. Existían banqueros que prestaban a cambio de un interés, con la garantía de alguna hipoteca o de algún objeto valioso.

B)ROMA.

Como en Grecia, el trabajo manual era considerado indigno de un ciudadano que se preciase de serlo. Los ciudadanos debían dedicarse a cosas útiles y la más provechosa era la política. así, gran parte de la prosperidad de Roma se debió al trabajo de los esclavos. Pero no sólo trabajaban los sometidos a esclavitud; los individuos más pobres desempeñaban actividades más o menos variadas.

Los romanos primitivos se dedicaban a la agricultura y a la ganadería; de aquí procede la palabra pecunia, ya que pecus era la base de las transacciones.

La agricultura era la actividad mejor considerada. Había terratenientes con un gran número de esclavos y había campesinos libres que trabajaban directamente sus tierras con ayuda de la familia y otros que arrendaban sus parcelas.

La suerte más miserable la corrían los mineros. Sus condiciones de vida y trabajo en las minas era tan penosa que sólo trabajaban allí esclavos y condenados a trabajos forzados.


Con el crecimiento de Roma hasta convertirse en urbs, se crean nuevas necesidades y surge una ciudad fabril, industrial.

Si en el campo había poca especialización, ya que una misma persona hacía todo tipo de labores, en las ciudades cada individuo desempeñaba una actividad determinada. Las ciudades romanas estaban llenas de talleres y tiendas. Tejedores, zapateros, orfebres...vendían sus productos en el mismo lugar donde los realizaban. También abundaban los comerciantes de alimentos y la construcción y restauración de edificios que movilizaba a gran cantidad de especialistas (albañiles, canteros, carpinteros...).

En sí, las actividades diarias de los romanos diferían según la clase social a la que pertenecían:

- Los esclavos cubren la mayor parte de los trabajos, recayendo sobre ellos las actividades más duras.

- La clase más baja acaparaba la artesanía y el pequeño comercio, agrupándose los artesanos en corporaciones que ocupaban calles enteras, las cuales tomaban su nombre: herreros, barberos, curtidores...

- Los libertos se ocupaban del comercio a gran escala y de las actividades financieras.

- La clase alta monopolizaba las actividades más nobles: magistraturas, abogacía, sacerdocio...; aunque también dedicaban su tiempo a sus grandes explotaciones agrarias.

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